Exigiendo mejores condiciones para pertenecer a la Fuerza Especial Tigres, un buen grupo de sus miembros paralizaron sus labores este martes, aunque poco trascendio, enmedio de la crisis que vive el país, que obligo a los hondureños a salir a las calles a protestar en contra de la privatización de la salud y educación
Estos asalariados, segun se informo exigen la revisió de los extenuantes jornadas de trabajo que cubrir, debido al momento que vive el pais, asi como la revision de sus salarios, que, al igual que los miles de reprimidos resienten el alto costo de la comida, medicina.
Algunos miembros aseguraron que este batallón está a punto de desaparecer y que el alto mando habría tomado la determinación de extinguirlo por sus resultados, así como el acoso laboral, abuso de autoridad y falta de estímulos que les permita realizar su labor de manera eficiente.
Como era de esperar, tras conocer los puntuales reclamos, la Secretaría de Seguridad salió al paso de los reclamos de los subalternos adscritos a la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) a fin de apaciguar cualquier conato de rebelión que pudiera propagarse por las demás unidades armadas.
El director de la fuerza José Aguilar Morán «ordenó la revisión de las jornadas labores de los miembros de la carrera policial, debido a la duplicidad de turnos que están cumpliendo para atender la situación que atraviesa el país», según un comunicado que fue emitido esta noche.
El organismo refirió que con relación a las mejoras salariales «desde el mes de enero del presente año se solicitó a la Secretaría de Finanzas un análisis de fondos para hacer efectivo un incremento a la partida de sueldos de los policías».
«A la fecha la Secretaría de Seguridad a cumplido con los compromisos adquiridos en materia de mejora continua y dignificación policial, los más de 17 mil funcionarios policiales han recibido en tiempo y forma el pago de su decimocuarto mes de salario y en los próximos días será depositado el salario correspondiente al mes de junio», indica la misiva.
Con este es el segundo conato de rebelión que se da en menos de dos años entre las filas de la fuerza pública, en noviembre de 2017 -durante la crisis poselectoral- los miembros del desaparecido escuadrón Cobras hicieron similares reclamos y aseguraron en aquella ocasión que no seguirían reprimiendo a la población, en particular, a quienes denunciaban fraude durante la contienda.