(Una propuesta para Fortalecer lo Publico, Eliminar los Impuestos y Adoptar una Nueva Forma de Emisión Monetaria que Facilite el Pleno Empleo y no Genere Deuda Pública Interna a los Países)
Jorge Luis Oviedo
SEXTA PARTE
¿Qué son los medios corporativos en manos de particulares?
Parte del poder real y sus tentáculos.
No es casual que, después de la música para entretenimiento, sea la propaganda religiosa estridente, en gran cantidad de medios de radio y televisión, la que acapare la programación.
El tercer bloque corresponde a la emisión noticiosa y, por ultimo, la opinión de las voces convenientemente autorizadas que todas son más de lo mismo, con una que otra excepción de vez en cuando, para que el pensamiento realmente crítico, se pierda en la marejada de más de lo mismo.
Es en estos medios que representan en unos países el 100%, en otros el 99%, en algunos otros el 90% 0 95% ; y tal vez en unos pocos, el nada despreciable, 80%.
Raramente los medios comunitarios o estatales suelen tener el 50%.
De modo que el discurso unificado o la narrativa dominante, como se suele decir ahora, es la propaganda sutil al sistema; tal como la recomendada E. Bernays (1891-1995).
De allí esa tendencia a maldecir la política para que los más sencillos crean que los políticos, por el solo hecho de ser políticos, son inútiles o malvados o estúpidos.
Se olvidan, a propósito, que en una República todos somos, por la condición de ciudadanos, Políticos.
de fondo de esas decisiones políticas tomadas hace décadas. El haber, por ejemplo, otorgado a los banqueros el privilegio de crear dinero en vez de que lo haga el Estado, en tanto representante de la Sociedad y el bien común.
El resultado es un endeudamiento interno que no se justifica, especialmente, cuando se pregona que vivimos en democracia.
El endeudamiento externo es comprensible, debido a aquellas cosas que, en un momento o circunstancia, resultan imprescindibles, pero no se tienen en el país.
Sin embargo, para ello están las decisiones adecuadas en el manejo de las divisas.
En muy pocos países se toman decisiones que redunden en la merma de importaciones innecesarias.
Se acude al argumento del precio; y olvidan, muy a su gusto, el desolador impacto que esas excesivas importaciones de productos alimenticios congelados, enlatados; o los aglomerados de madera, muebles de plástico para sustituir los de auténtica madera local. Todo esto termina provocando desempleo masivo, más pobreza, exclusión y migración forzada.
Así, pues, a los Impuestos, que sirven para mantener debilitada, sometida y en despojo permanente a la mayoría, debemos agregar la devaluación y el desempleo como cargas extras.
Se trata, realmente, de un costo excesivo.
No es algo que experimenten los obreros en USA y Europa.
Este costo no suele aparecer como elemento importante en los análisis económicos. Porque el crecimiento del PIB, muchas veces, se logra sobre la base del crecimiento del sector financiero que, como ya se dijo, todo es deuda para la mayoría y, una gran parte, ganancia para ellos.
Es cierto que, a veces, se incluyen datos estadísticos, pero referidos a valores monetarios que tampoco hacen trascender la realidad que se esconde tras los cálculos monetarios y las estadísticas en conjunto.
No es de extrañar, pues, la explosión migratoria que se ha experimentado en la dos últimas décadas del presente siglo.
Son el efecto de esas medidas neoliberales impulsadas por EE UU en las décadas de los ochenta y noventa del pasado siglo, luego que se desintegrara el Bloque Socialista.
Así, pues, mi conclusión es la siguiente: El mecanismo de crear dinero basado en deuda a través de la reserva fraccionaria (RF) es el equivalente de la ESCLAVITUD que todavía era
También insisten en separar la economía de la política, en no politizar las cosas y otras ideas absurdas esgrimidas con razones perversas, aunque ocultas. En cambio, favorecen el entretenimiento y justifican el orden por la fuerza y otras ideas y prácticas fascistas en colusión con los pastores protestantes o la alta jerarquía católica. Con estas argumentaciones se evade, por una parte, la razón
de fondo de esas decisiones políticas tomadas hace décadas. El haber, por ejemplo, otorgado a los banqueros el privilegio de crear dinero en vez de que lo haga el Estado, en tanto representante de la Sociedad y el bien común.
El resultado es un endeudamiento interno que no se justifica, especialmente, cuando se pregona que vivimos en democracia.
El endeudamiento externo es comprensible, debido a aquellas cosas que, en un momento o circunstancia, resultan imprescindibles, pero no se tienen en el país.
Sin embargo, para ello están las decisiones adecuadas en el manejo de las divisas.
En muy pocos países se toman decisiones que redunden en la merma de importaciones innecesarias.
Se acude al argumento del precio; y olvidan, muy a su gusto, el desolador impacto que esas excesivas importaciones de productos alimenticios congelados, enlatados; o los aglomerados de madera, muebles de plástico para sustituir los de auténtica madera local. Todo esto termina provocando desempleo masivo, más pobreza, exclusión y migración forzada.
Así, pues, a los Impuestos, que sirven para mantener debilitada, sometida y en despojo permanente a la mayoría, debemos agregar la devaluación y el desempleo como cargas extras.
Se trata, realmente, de un costo excesivo.
No es algo que experimenten los obreros en USA y Europa.
Este costo no suele aparecer como elemento importante en los análisis económicos. Porque el crecimiento del PIB, muchas veces, se logra sobre la base del crecimiento del sector financiero que, como ya se dijo, todo es deuda para la mayoría y, una gran parte, ganancia para ellos.
Es cierto que, a veces, se incluyen datos estadísticos, pero referidos a valores monetarios que tampoco hacen trascender la realidad que se esconde tras los cálculos monetarios y las estadísticas en conjunto.
No es de extrañar, pues, la explosión migratoria que se ha experimentado en la dos últimas décadas del presente siglo.
Son el efecto de esas medidas neoliberales impulsadas por EE UU en las décadas de los ochenta y noventa del pasado siglo, luego que se desintegrara el Bloque Socialista.
Así, pues, mi conclusión es la siguiente: El mecanismo de crear dinero basado en deuda a través de la reserva fraccionaria (RF) es el equivalente de la ESCLAVITUD que todavía era legal en el siglo XIX;El interés sobre el dinero y el conjunto de impuestos que ahogan a la gran mayoría de los asalariados es el equivalente a la SERVIDUMBRE.