LA UNAH, más que la autonomía, es el 6% lo que está en juego

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Jorge Luis Oviedo

 Las libertades de pensar, enseñar, investigar y la de expresión son, en realidad, las libertades que deben garantizarse en todo momento. En ellas reside la fortaleza de una Sociedad.    Sin esas libertades el pensamiento político, filosófico y científico se estacionan.     Sin autonomía académica y administrativa, la educación Superior es irrelevante en un país. Bastaría con seguir las recetas de lo que se hace en otras partes; o, como las ovejas, obedecer al pastor que las guía.    A la UNAH se le otorgó, en la Constitución de 1957, además de la Autonomía (en su sentido mas amplio) la potestad de dirigir la educación superior del país.    En la Constitución de 1982 se estableció lo que adjuntamos a este escrito y puede verse al final. Es bueno, en todo caso, tenerlo presente para la defensa de la UNAH y sus prerrogativas.*    Lo allí estipulado, en una Sociedad donde se respeta la Constitución, no debería preocupar a nadie; pero estamos en un país donde la «Constitución en pura babosada» y «se podrá violar las veces que sea necesario» para «hacer lo que se tenga que hacer».     Así es, estamos bajo un Régimen que se quedó por la fuerza, violando la Constitución; qestamos bajo un acuerdo de facto que opera desde junio de 2009; estamos bajo un régimen que depende de la Embajada de USA, un sector de la oligarquía local, la cúpula de las Fuerzas Armadas y la cúpula de los partidos Nacional y Liberal.    Las violaciones reiteradas a la Constitución después del golpe de de Estado del 28 de junio de 2009, así lo demuestran. En todas ellas han estado, actuado y hecho lo que han tenido que hacer estos cuatro actores. Los de las cúpulas de los dos partidos tradicionales se sabe claramente quiénes son; los del sector oligarca allí están, camuflados en las directivas de sus organizaciones, pero se sabe claramente quiénes son los que se mueven a la sombra; los de la cúpula militar obedecen al Comando Sur desde 1954  y los representantes diplomáticos de USA  van y vienen a hacer lo que  les ordena el Departamento de Estado.    Por supuesto, en esta caso, lo más probable es que USA no intervenga de modo que el asunto será decisión de los oligarcas locales con las cúpulas de los dos partidos tradicionalmente traidores al interés de las mayorías.    José Oswaldo Ramos Soto nunca tuvo el beneplácito de USA para ser Presidente de Honduras, es bien sabido. Por haber arengado y participado en una manifestación que derivó en la quema del edifico de la Embajada USA en 1988.    Curiosamente, Oswaldo Ramos Soto, no volvió a quemar la Constitución en todos estos años, pese a violaciones mayores que el secuestro de Ramón Mata Ballesteros (excolaborador de la CIA, mientras traficaba droga).     En realidad Ramón Mata fue entregado por la, entonces, cúpula de las Fuerzas Armadas vinculadas al narcotráfico (véase InSight Crime). Recuérdese que un listado de 13 militares de alta jerarquía habían sido señalados como narcotraficantes. Todos estaban activos.    Pero ese no es tema de este escrito.    El estudiantado universitario, tanto de la UNAH como de las otras universidades públicas; lo mismo que los estudiantes de secundaria y la gran mayoría de la población adulta de Honduras debe estar alerta y dispuesta a la lucha; porque es muy probable que se inicie una campaña de PROPAGANDA a todo nivel a través de casi el 100% de los medios para convencer a la población de la necesidad de arrebatar a la UNAH su potestad de dirigir la educación superior; porque allí está el fondo del asunto, no tanto en la Autonomía.     Esta última ha sido violada muchas veces, en lo administrativo y en lo académico.    De hecho, fue lo que se hizo, cuando el Partido Nacional, con el pusilánime de José Porfirio Lobo Sosa, entonces Presidente del Congreso Nacional, derogó la Ley Orgánica de la UNAH, aprobada en 1957; e impuso con partes interesadas, la actual Ley Orgánica  (extremadamente autoritaria como la tradición cachureca), a través de una violación cínica de la autonomía, solicitada por «cachurecos» resentidos con otros cachurecos al interior de la UNAH. Eran nietos e hijos de dictadores y golpistas lo que dirigían entonces la ADUNAH.     A partir de allí ha sido frecuente, al interior de la UNAH la violación de las libertades de  cátedra e investigación; así como la autonomía académica de los Departamentos y, obviamente, el atropello y abuso de poder contra los estudiantes. Por ello Julieta Castellanos culminó mal su experimento reeleccionista.  Al menos produjo el despertar estudiantil en el país.    Aún hoy, casi dos  décadas después de aprobada la actual Ley Orgánica de la UNAH, todavía no han podido, los estudiantes,  escoger sus representantes al Consejo Universitario    La Paridad estudiantil en materia académica, por ejemplo, nunca debió derogarse. Fue un enorme retroceso; porque una cosa es integrar un Comité Académico de una Carrera o el de una Facultad; otra muy diferente, disponer del presupuesto, en contubernio con las autoridades administrativas como se hizo desde el rectorado de Oswaldo Ramos Soto hasta la mencionada intervención.     Ahora se cierne una amenaza que ha estado allí, pues hace varios años se intentó, sin éxito, de parte las universidades privadas, la reforma a los Artículos 157 y 160 de la Constitución.    El alegato es que la Universidad no debe regir la educación superior y que se otorgue autonomía a las otras universidades públicas; pero la verdadera intención es ADMINISTRAR entre las universidades privadas una buena parte del actual presupuesto (6%) de la UNAH, una vez que ésta pierda el derecho a dirigir la Educación Superior y esa potestad se le otorgue al Consejo de Educación Superior, que ya no estaría dirigido, por la mayoría de miembros que siempre tiene la UNAH.     Se pretende que el Estado subsidie a la universidades privadas, tal como, en buena medida lo ha hecho con la carrera de Medicina de la UCAH (Católica), debido a su incumplimiento de tener un hospital universitario en operación. Hoy estaría sirviendo para superar la COVID19; sin embargo, tiene más de una década de retraso. Esto en lo que respecta a la parte eminentemente práctica de la carrera. No el costo de las mensualidades que siempre cobran a los padres de familia.     Esta es una forma de privatización sesgada. Consiste en que el Estado invierte el mismo porcentaje del presupuesto, pero no a través de instituciones públicas (en este caso la UNAH), sino a través de los buitres capitalistas. Con ello se aseguran de excluir un porcentaje mayor de estudiantes de origen humilde que ya solo podrían ingresar a las privadas a través de financiamiento, tal y como se hace en USA. Y a un porcentaje mínimo se le otorgaría becas completas.    La UNAH le otorga becas completa (con excepción de la matrícula) a una población cercana a los 100 mil estudiantes por período a través de sus distintas sedes. Para ser exactos, la matrícula del primer periodo de 2029 fue exactamente de 91040 estudiantes, de las cuales 50893 son mujeres.    La UNAH también otorga becas (apoyo económico) a estudiantes de excelencia académica.     No se extrañen, pues, de lo que se viene. La intención es dejar a la UNAH con un presupuesto similar al de la UPN Francisco Morazán. En 2019, hasta noviembre, la UNAH, había ejecutado un presupuesto de más de 4 mil 900 millones de lempiras.     En la universidades privadas las carreras más baratas cuestan unos 100 mil lempiras, en las más baratas. En otras, donde se tasan en dólares, pueden pasar del medio millón de lempiras.     €$O es lo que está detrás del anuncio de quitarle a la UNAH su autonomía. Se trata, no lo olviden del presupuesto que sale de la Sangre, el Sudor y las Lágrimas de la mayoría de hondureños; porque todo impuesto y ganancia de los oligarcas sale de los asalariados y pequeños productores. Si no fuese así, la mayoría no estaría endeudada o sin acceso al crédito. 

*»ARTICULO 155.- El Estado reconoce y protege la libertad de investigación, de aprendizaje y de cátedra.
ARTICULO 156.- Los niveles de la educación formal, serán determinados en la ley respectiva, excepto el nivel superior que corresponde a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.ARTICULO 157.- La educación en todos los niveles del sistema educativo formal, excepto el nivel superior, será autorizada, organizada, dirigida y supervisada exclusivamente por el Poder Ejecutivo por medio de la Secretaría de Educación Pública, la cual administrará los centros de dicho sistema que sean totalmente financiados con fondos públicos.ARTICULO 158.- Ningún centro educativo podrá ofrecer conocimientos de calidad inferior a los del nivel que le corresponde conforme a la Ley.ARTICULO 159.- La Secretaría de Educación Pública y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, sin menoscabo de sus respectivas competencias, adoptarán las medidas que sean necesarias para que la programación general de la educación nacional se integre en un sistema coherente, a fin de que los educandos respondan adecuadamente a los requerimientos de la educación superior.ARTICULO 160.- La Universidad Nacional Autónoma de Honduras es una Institución Autónoma del Estado, con personalidad jurídica, goza de la exclusividad de organizar, dirigir y desarrollar la educación superior y profesional. Contribuirá a la investigación científica, humanística y tecnológica, a la difusión general de la cultura y al estudio de los problemas nacionales. Deberá programar su participación en la transformación de la sociedad hondureña.La Ley y sus estatutos fijarán su organización, funcionamiento y atribuciones.Para la creación y funcionamiento de Universidades Privadas, se emitirá una ley especial de conformidad con los principios que esta Constitución establece.Sólo tendrán validez oficialmente los títulos de carácter académico otorgados por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras así como los otorgados por las Universidades Privadas y extranjeras, reconocidos todos ellos por la Universidad Nacional Autónoma de honduras.La Universidad Nacional Autónoma de Honduras es la única facultada para resolver sobre las incorporaciones de profesionales egresados de universidades extranjeras.Sólo las personas que ostenten título válido podrán ejercer actividades profesionales.Los títulos que no tengan carácter universitario y cuyo otorgamiento corresponda al Poder Ejecutivo tendrán validez legal.ARTICULO 161.- El Estado contribuirá al sostenimiento, desarrollo y engrandecimiento de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, con una asignación privativa anual no menor del seis por ciento del Presupuesto de Ingresos netos de la República, excluidos los préstamos y donaciones.La Universidad Nacional Autónoma está exonerada de toda clase de impuestos y contribuciones.

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