Amy Goodman y Denis Moynihan
Esta semana desde PARK CITY, Utah — Yance Ford acaba de hacer historia. Se convirtió en el primer director transgénero que resulta nominado para un premio Oscar. Su documental, “Strong Island” (la isla Long Island, Nueva York, en la jerga del hip-hop), cuenta la trágica historia de la muerte de su hermano mayor, William Ford Jr. El 7 de abril de 1992, el joven afroestadounidense de 24 años de edad recibió un disparo en el corazón, del mecánico Mark Reilly, un joven blanco de 19 años de edad. Aunque la causa de la muerte fue registrada como “homicidio” y nadie niega que Reilly haya disparado el arma, un gran jurado compuesto por 23 personas blancas se negó a presentar cargos. Si bien la histórica nominación al Oscar de un hombre transgénero es sin duda un motivo de celebración, este logro está impregnado de dolor, un dolor evocado muy elocuentemente en esta obra maestra poética y atrapante.
En el nivel más superficial, el documental presenta la investigación de un caso que dejó de investigarse por falta de pruebas. Yance abre la película con una llamada telefónica al fiscal del condado de Suffolk que fue responsable del caso hace más de un cuarto de siglo. “Llamo para ver si estaría dispuesto a… responder algunas de las preguntas que me han estado aquejando”, le preguntó, a lo que el fiscal respondió bruscamente: “Todo lo que sucede en el gran jurado es confidencial… no quiero discutir el caso con usted”. Al día siguiente de recibir la nominación al Oscar, Yance declaró en una entrevista para el programa de noticias Democracy Now!: “El caso de mi hermano, hace 25 años, sencillamente confirma lo que vemos ahora; esto es, que no importa si sigues las reglas. El sistema judicial no está diseñado para la gente de color en este país”.
En el estado de Nueva York, las personas que declaran ante el gran jurado son libres de contar sus experiencias; así lo indican la madre de Yance, Barbara Dunmore Ford, y el mejor amigo de su hermano, Kevin Myers. A través de sus experiencias vemos un sistema fragmentado por el racismo. En la película, Yance afirma: “La policía había convertido a su propio hijo en el principal sospechoso de su propio asesinato”.
Kevin Myers fue interrogado ante el gran jurado, pero nadie se molestó en decirle que se trataba de un gran jurado. Myers solo intentaba ayudar a las autoridades a seguir con el caso, pero estas parecían estar más interesadas en la estatura y el peso de William, mientras construían una imagen de él como un hombre afroestadounidense grande e imponente que podría haberle generado a Reilly suficiente miedo como para justificar haber disparado en defensa propia. Sin embargo, William medía solamente 1,72 metros, según lo que nos dijo Yance Ford en la entrevista para Democracy Now!: “La que siente un miedo histórico es la persona de color que termina asesinada, no la persona blanca que reacciona exageradamente con fuerza letal en estas situaciones”.
La madre de Yance, Barbara, el pilar de la familia, tiene un papel central en la película. Al ser entrevistada por Yance en la cocina de la casa, su madre dijo: “No sentí que nos recibieran como los padres de una víctima. Tu padre me dijo ‘Estas personas son crueles. A tu hijo le dispararon. Como a un perro’”.
Para concentrarse en la edición de la película, en medio de la reciente y muy comentada serie de asesinatos de tantos afroestadounidenses desarmados, Yance Ford se trasladó a Europa por varios meses. El director relató: “Conceptualmente era muy importante para mí que la película tuviera protagonistas negros, porque a menudo las personas negras y morenas, y las personas que pierden a sus seres queridos desarmados a manos de la violencia, son apartados del camino. Como si, de alguna manera, fueran testigos poco confiables de la vida de sus muertos”.
Este primer documental de Yance, un poderoso documento sobre el origen étnico y la sociedad, así como un tributo profundamente conmovedor a su hermano, es un enorme logro. Yance Ford, el primer director transgénero que resulta nominado al Oscar, también considera este momento como una oportunidad: “En este país, todos los años las personas transgénero de color son asesinadas a un ritmo atroz. Los organismos de seguridad deberían considerarlo una prioridad, pero no lo hacen. Si mi nominación puede ayudar de alguna manera a avanzar en los temas de igualdad para las personas transgénero y protección para las personas LGTBQ conforme a la ley, entonces me siento tan honrado por eso como por la nominación”.