Autoridades mexicanas descubrieron este sábado a 65 migrantes centroamericanos que viajaban escondidos detrás de la paquetería de un autobús de pasajeros en el estado de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos.
“Los migrantes venían en un estado de hacinamiento. Presentaban signos de debilidad, cansancio y deshidratación. Se les brindó de inmediato asistencia médica, agua y comida”, dijo en un comunicado el Instituto Nacional de Migración (INM).
“El INM garantiza a los extranjeros rescatados de este suceso. Un retorno asistido, digno y seguro a su país”, agregó el instituto.
La dependencia añadió que de los 65 migrantes, 60 son de El Salvador y el resto de Honduras. 22 de ellos son menores de edad, y cinco no iban acompañados por un adulto.
Detalló que los migrantes fueron ubicados en un paraje denominado Tanque Esondido en Saltillo. Eso, en el estado de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos.
Apenas el 26 de enero, un grupo de 109 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, fue interceptado por autoridades mexicanas en el fronterizo estado de Tamaulipas.
Amnistía Internacional (AI) denunció el martes pasado que las autoridades migratorias de México deportan ilegalmente a miles de centroamericanos. Esto, sin considerar los riesgos letales que corren en sus países de origen por las bandas criminales y la falta de oportunidades.
Un informe de la ONG, basado en entrevistas a 500 migrantes, señala que 75 % de las personas detenidas no fueron informadas de su derecho a pedir asilo.