Recomiendan a la población prepararse para hacerle frente a cualquier fenómeno tropical

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El Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) pronosticó la continuidad de lluvias y chubascos sobre el territorio nacional, con mayores acumulados en las regiones occidental, central y sur, producto de la convergencia de viento y humedad que persiste en el país.

Ante la zozobra que este escenario representa para gran parte de la población, especialmente para la del Valle de Sula, que aún no supera los embates de Eta e Iota, el hidrólogo Max Ayala, resaltó que las inundaciones por la crecida de los ríos Ulúa y Chamelecón históricamente han ocurrido en los meses de septiembre y octubre, la época más cruda del invierno.

“La zozobra que puede tener la población de esa zona es más por el trauma por lo que sucedió durante los huracanes anteriores, pero nunca en estas fechas se ha inundado el Valle de Sula por un huracán o una tormenta, por muchas condiciones, entre ellas el hecho de que el suelo está muy seco y las crecidas son más pequeñas; los fenómenos que ocasionan ese tipo de inundaciones normalmente se dan en septiembre y octubre”, dijo.

De acuerdo con lo expresado por el especialista del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (Ihcit), debido a la destrucción de los bordos en octubre del año anterior, la vulnerabilidad es constante y las alertas de parte de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) deben ser sectorizadas.

“Debe existir una alerta especialmente donde el bordo se fue, porque con un poco que el río crezca el agua va a meterse, pero no se va a dar una situación similar a la ocurrida en octubre del año pasado”, dijo.

No obstante, resaltó que durante la temporada lluviosa, que precisamente coincide con la ciclónica, además de las inundaciones a causa de la deforestación, también ocurren deslizamientos, pues al deforestar lugares donde antes había cobertura vegetal, que era la que protegía el suelo y servía de malla para que este no se separara, el agua lluvia tardaba más en llegar a las corrientes; ahora que los bosques no están, el agua lluvia llega en menor tiempo y los ríos y quebradas crecen mucho más rápido y se desbordan.

El funcionario universitario enfatizó que Honduras está en ruta de huracanes, por lo que independientemente de cómo se pronostique la temporada, la población debe estar siempre preparada para hacerle frente a cualquier fenómeno tropical.

Con respecto a los racionamientos del agua potable en el Distrito Central anunciados recientemente por las autoridades del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), mientras tanto, explicó que se debe a que las represas La Concepción y Los Laureles suelen alcanzar su nivel máximo de almacenamiento en agosto, sin embargo, si las lluvias son suficientes y la planta de tratamiento lo permite, ya no será necesario hacerlo.

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