Jorge Luis Oviedo
A Francisco Morazán, a su decidida lucha
por mantener unida
Centroamérica;
a su inquebrantable
respeto a la legalidad, al punto de rechazar
la oferta de convertirse
en dictador.
De la raíz más profunda
De la garganta del río
Del fondo del mar
De lo más hondo
De su ignorado centro
Del mismo sitio
Donde el agua ya no se filtra
Del mismo lugar donde la roca
Es más líquida que el agua
De donde la sal se origina
De la piedra
De la roca granítica
De su duro origen
De su alma escondida
Del primer acantilado
De la raíz del oleaje
Del mar
Digo del mar
-Vos sos el autor del mar-
De su vastedad
Del más antiguo de sus movimientos
De la fuerza descomunal de sus tempestades
De sus más violentas mareas
-Tú mareas el mar-
Con más fuerza que todos los dioses
Con la fuerza de cien huracanes
Viene tu sangre
Despeñada a torrentes
Abriendo la tierra
Rompiendo el hielo de las impunidades
Haciendo camino
Viene tu sangre
Honda del mar
Brava del río
Del árbol
Del primer árbol
Del árbol madre
Del árbol padre
De todos los árboles
Del primero y del último
De la flor y de la hoja
Del fruto que fuera prohibido
De las algas marinas
De musgos y líquenes
De las enredaderas
Y también
Del pino más alto
De su raíz que perfora las rocas
De su raíz que se hunde
Como tu espada en el tiempo
De su raíz que descubre
Los incontables caminos del agua
De ahí viene tu sangre
Milenaria y redentora
Sangre clara y profunda
Preciosa sangre
Sangre inmortal
Sangre vital
Indómita viene
De la más frondosa ceiba
Del roble más fuerte
De su recio corazón de madera
Y de las frutas del nance
Y de las semillas de la calabaza
Y también de su pulpa
Y del aguacate
De su piel esmeralda
Y del rojizo zapote
De su sabrosísima carne
-pasión de los dioses/ delicia de las aves-
De las palmas del coco
De todas las palmas
De América o de África
De sus techos de paja
Y también de sus frutos
Del aceite
Del agua del coco
Tan cristalina y tan fresca
Para quitarnos la sed
Que tú nos desatas
De la raíz y del árbol de todas las razas
Del árbol de donde descienden los lencas
El hacha de piedra
La cerbatana y la flecha
De dioses y príncipes mayas
De los gemelos
De los cuatrocientos muchachos
Y de cada roca tallada
De cada estela que cuenta una historia
De cada escalinata esculpida
De tikal o Copán
De su misterioso origen
Viene tu sangre
Del árbol profundo y eterno
De todas las razas
Y del maíz
De la mata del maíz
Del jilote
Viene la sangre que aviva
El pensamiento a los niños
Del elote
La sangre que enerva y agiganta
La fuerza de la juventud
De la mazorca
De sus granos
Viene tu antigua sangre
Tu madura sangre
La sangre de la sabiduría
De José Díaz del Valle
La metafórica sangre de José Martí
La sangre de Pedro Molina
La sangre libertadora de Bolívar y san Martín
Tu sangre más sabía
La más recorrida
Danzando en el aire viene
Oliendo en el aire
Nadando en el agua de todos los ríos
Lloviendo en el agua de todas las tormentas
Tu viva sangre
Inundando Centroamérica
Fertilizando Centroamérica
La voz de tu sangre
Montañas de sangre
Volcanes de sangre
Bosques de sangre
Sangre sabia
Sangre viril
Eterna sangre
Para el gran mestizaje
Desde el África central
Desde el primer homo sapiens
Viene tu sangre
Sangre quechua
Sangre maya
Sangre guaraní
Sangre chibcha
Sangre azteca
Sangre Caribe
Taína sangre
Sangre europea
Arábiga sangre
Judía sangre
Sangre de todos los hombres
Eterna
y heroica sangre
Y de lempira también
Del guerrero lenca
Del valiente cacique
Del gran defensor de estas tierras
De aquel orgulloso jefe que no quiso agachar la cabeza
Que defendió y luchó junto a su pueblo
Del que prefirió la muerte
Antes que la humillación
Del gran guerrero
Que desafió al conquistador español
Del que abonó con su sangre la sierra
Del gran Congolón
Para que renaciera en vos
Su presencia dorada
Su luz
Y su sol
Del árbol que es todos los árboles
Del árbol Dios
Del árbol de antiguas raíces
De sus profundas raíces
Viene tu sangre
-luchador incansable
Soñador invencible-
Viene bañando a torrentes
Los desiertos del hombre
Como un chorro de luz solar
Como un chorro de luz sideral
Desde el mismo origen del universo
A mayor velocidad que la luz
Porque tú luz empuja la luz
De todas las estrellas
Así viene tu sangre
Cósmica y terrenal
Barriendo tiranías
Venciendo a los criminales
Morazán indomable
Del principio de todas las aguas
De todos los ríos
Y de la sed del volcán
Y de su aliento
Y de su lengua de lava
Y de las rocas más duras
Y de las rocas más hondas
De las entrañas de la tierra
Y de los profundos temblores
Que pulverizan la piedra
De la luz
También de la luz
-vos inventaste la luz-
De lo más calcinante del sol
De su lengua rapaz
De sus dedos de cobre
De sus uñas de plata
Que cristalizan la noche
Y también del alba
De la madrugada más noble
De todos los amaneceres
Pero no de la muerte
Ni de sus fronteras telúricas
Sino de la montaña
De todos los pájaros
Del canto de las aves
De las palomas y las chachas
De las loras y las garzas
De los pericos y las lechuzas
De las guaras verdes
Y las guaras rojas
De las chorchas y los tucanes
Y también del jaguar
De su piel
De sus ojos
Que hieren la noche
De sus garras
De su fuerza descomunal
Viene tu sangre
Que es la sangre de todos
Morazán de los libres
Morazán de los entusiastas
Morazán de los humildes
Pero no de los humillados
Morazán de los débiles
Pero no de los cobardes
Morazán de los indígenas
Que han vuelto a levantarse
Morazán de los amantes
´´porque amar es conspirar´´
Y vos amabas a Centroamérica
Y conspirabas contra los tiranos
Contra todos los verdugos
Y también en Bolívar estaba tu sangre
Y también por los brazos de Sandino
Y por su boca y por las manos
Y por la voz de Rubén Darío
Y por sus ojos
Y por sus palabras fluía tu sangre
Y en cada frase
Que José Díaz del Valle escribió
Y en cada página de su pensamiento
Y en cada visión de América
Corre tu sangre
Y por sobre todas las montañas
Cabalgando
Galopando
Viene tu nombre
Viene tu cuerpo
Tu pensamiento
Hecho árbol
Ciudad
o río
Viene tu mano
Domando los cerros
Tu voz
Ordenando el océano
Tu espada
Definiendo el curso de los huracanes
Desviando las aguas del río
Convirtiendo en brisa las tempestades marinas
Desde la América del Sur
O del Norte de América
Sobre los volcanes
De tu Centroamérica amada
Vienes todos los días
Todas las noches
A todas las horas
Por todas partes
Vienes a vigilar el curso
De tus cinco repúblicas
Morazán
Del oleaje
Morazán de la espuma
Morazán de los niños
Morazán de los jóvenes
Morazán de la tierra
Morazán de los árboles
Morazán de la raza
De la nueva raza
Del gran mestizaje.
Jorge Luis Oviedo
1995