De la reserva fraccionaria a la contribución refleja

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Jorge Luis Oviedo

NOVENA (Y ÚLTIMA) PARTE

¿Por qué es Posible Adoptar la Contribución Refleja?

Porque actualmente la emisión monetaria de los países es básicamente con referencia a otras monedas. Internacionalmente las divisas que se usan para las transacciones son pocas: dólar de USA, Euro de Europa a menos que existan acuerdos bilaterales entre algunos países.

         Un Estado al adoptar la Contribución  Refleja tiene una mayor formalización de las actividades productivas y comerciales (economía, se la llama desde el surgimiento del capitalismo) .

         Permite generación de empleo total o total empleo, una aspiración imposible bajo el sistema capitalista actual.

         Dicho de otra forma, no es la emisión monetaria en sí, sino la falta de empleo y la práctica torcida de otorgar bonos (subsidios) a un sector que se vuelve improductivo más por falta de imaginación que de recursos.

         Una ventaja adicional de este sistema es que terminaría influyendo en la producción; esta quedaría menos al azar y, más bien, orientada a las necesidades reales de la población, con el propósito de satisfacer las cosas en el orden que muy bien formuló Adam Smith: “cosas necesarias, convenientes y  agradables”.

         El sistema productivo actual y, con ello el de recaudación tributaria, atentan contra el equilibrio ecológico y contra la equidad distributiva de la producción (más que de riqueza).

         Es conveniente recordar y enfatizar que el concepto de riqueza es, en gran medida, una abstracción que admite la posibilidad de acumulación, prácticamente, ilimitada.

         De acuerdo con nuestra concepción, para que cualquier actividad sea eficiente, es necesario facilitar el trabajo entre personas que tengan conocimiento en áreas afines; ya como profesionales o como expertos en un oficio; permitiendo que sea las personas que se organicen a conveniencia parar impulsar sus empresas bajo premisas fundamentales que permitan, por una parte, que haya empleo, cobertura escolar, servicios de salud, vivienda digna, servicios básicos para y con la participación de todos.

         De este modo se aprovecha la iniciativa particular y, por otra parte,  se fomente la responsabilidad y el compromiso con la sociedad. La comunidad local en primera instancia y luego, en el orden, la comunidad regional, nacional y mundial.

         Bajo esta concepción vuelve a tener sentido la proclama de los tres derechos universales (Libertad, Igualdad y Fraternidad y todos los demás derechos y garantía individuales; que en realidad caben en uno solo: IGUALDAD; porque en ella están implícitas la fraternidad y la libertad (que siempre están condicionada por la pertenencia del individuo al grupo. Todos nuestros actos, en el ámbito individual, por muy libre que los consideremos, solo son trascendentes en ámbito colectivo.

         La única libertad que podemos ejercer a plenitud es la de pensar y, como consecuencia, la de expresión.

         Pero para pensar en y con libertad hace falta que los medios de comunicación tradicionales, la internet, etc. estén al servicio de todos en igualdad de acceso. Actualmente no es así.

         Finalmente, es conveniente recordar que los multimillonarios no tributan; es decir, no aportan nada, absolutamente nada; devuelven únicamente una parte de lo que despojan a muchos a través de las muy diversas formas que en el capitalismo existen para que unos pocos se enriquezcan y para que la gran mayoría quede excluido o en servidumbre.

         Sin embargo, los multimillonarios, haciendo, casi ningún esfuerzo físico, si los comparamos con los albañiles, carpinteros, pescadores, jardineros, campesinos, entre otros, no solo han acumulado enormes fortunas, sino que son las personas que más influyen desde hace décadas en las decisiones más importantes de la comunidad mundial y por ende en las comunidades regionales y locales.

         Ellos son los principales responsables, en consecuencia, del deterioro ambiental, de la contaminación atmosférica, del calentamiento global, de la migración forzada, de la pobreza extrema de miles de millones de personas, de ingresos salariales tan desiguales, del tráfico de personas, del tráfico de drogas, etc.

         Y ¿qué debemos hacer los que conformamos, por lo menos, el 90% de la población?

         Organizarnos y exigir la adopción de la CONTRIBUCIÓN REFLEJA, porque a los únicos que no beneficia es a los banqueros, de allí a todos: pequeños, medianos y grandes empresarios; obreros, campesinos, profesionales, artistas, científicos, académicos, deportistas. Beneficia la educación, el acceso a los servicios de salud, el transporte público; beneficia la maternidad, el estudio vocacional; y beneficia al planeta, porque se  reduciría al mínimo toda aquella industria contaminantes o las prácticas como la minería a cielo abierto, entre otras.

         El reciclaje no sería parcial y, de nuevo, a conveniencia del interés de unos pocos empresarios que no tienen interés en el beneficio de la colectividad.

         NOTA, esta propuesta aún está a nivel de borrador.

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