- TEGUCIGALPA,HONDURAS. Quienes deben tomar la batuta para hacerle frente a esta epidemia del Coronavirus, que ha cobrado la vida de casi 500 personas y contagiado a más de 16,000 en el país, son las personas más versadas en el campo de los tratamientos hospitalarios, médicos y preventivos.
El analista político Olban Valladares cuestionó hoy que lo ocurrido en los últimos meses, con la pandemia del Coronavirus, es una muestra inequívoca que Honduras se lleva la “medalla de oro” en el campo de la improvisación, que mantiene estancado al país en todos los ámbitos.
“Lo que sí hemos dado muestras inequívocas, en este tiempo, es que los hondureños nos llevamos la medalla de oro en el campo de la improvisación”, fustigó.
Señaló que, en el campo de la salud, el país tiene que estar listo, desde hace muchísimo tiempo, haciendo planes de contingencia para evitar cualquier enfermedad que se presente.
Qué pasa si el día de mañana nos brota una epidemia de sarampión, que es una enfermedad que ha estado casi erradicada en el mundo, tenemos algún plan de ataque contra eso, se preguntó.
Indicó que quienes deben tomar la batuta para hacerle frente a esta epidemia, que ha cobrado la vida de casi 500 personas y contagiado a más de 16,000 en el país, son las personas más versadas en el campo de los tratamientos hospitalarios, médicos y preventivos.
Señaló que las improvisaciones llegan a tal extremo que el Comité Permanente de Contingencias (COPECO), institución particularmente creada para hacerle frente a los fenómenos naturales como los huracanes, las inundaciones, incendios, pero no para situaciones como las que enfrenta el país en el campo de la salud.
Agregó que lo mismo ocurre con la educación, que se hicieron intentos de hacer modificaciones, al modelo educativo, a mediados del siglo pasado, sin embargo, todo se quedó estancado.
La educación debe estar en manos de quienes fueron preparados para eso y no de políticos burócratas, declaró.
Según Valladares, las improvisaciones fiscales del gobierno también tienen al país al borde de la explosión.
Cuestionó que, desde el punto de vista fiscal, las improvisaciones se dan porque son manejadas por burócratas que nunca en su vida han tenido bajo su mando ni una pulpería y que no han tenido que preocuparse por pagar una planilla cada semana o cada 15 días.
