- TEGUCIGALPA,HONDURAS. Lo que están viviendo más de 9 millones de hondureños es dramático y, es una situación que se tiene que enfrentar con alto sentido de solidaridad genuina, con un sentimiento profundo de compartir los honores y las esperanzas de un pueblo que quiere salir adelante.
El analista político Olban Valladares, advirtió, al gobierno, que es un delito de “lesa humanidad” hacer el hambre y del enclaustramiento de la población un instrumento político proselitista, cuya factura se la va a pasar el pueblo hondureño, en las próximas elecciones.
“No podemos, en estos momentos de calamidad, pretender hacer del hambre, de la desesperación, del enclaustramiento, un instrumento político-proselitista, imposible, ese sería un delito de lesa humanidad”.
Señaló que la buena labor y la buena intensión que podrían tener, en ciertos sectores de gobierno, se ve empañada por actitudes mezquinas crónicas, tradicionalmente obtusas, de las personas que creen que, aprovechándose de los momentos cruciales de un pueblo, van a fortalecer la imagen de sus respectivos partidos.
Quienes se aprovechan de estas coyunturas, desdicen lo que el gobernante instruye al momento de hacer una entrega simbólica y ceremonial, dando instrucciones de cómo repartir alimentos a la población.
El ex candidato presidencial cuestionó que haya activistas políticos que se ensañan en hacer entregas preferenciales de alimentos.
Agregó que hay abundantes mensajes, que vienen del interior del país, en el sentido que se le está dando prioridad a las personas que mantienen un carnet de afiliación del partido gobernante.
Eso no debe de ocurrir y eso va a traer el pago de una factura muy cara para todas esas personas que creen que, en este momento, están sacando pecho y aprovechándose de la situación.
La factura que le va a pasar el pueblo hondureño, en las próximas elecciones, va a ser extremadamente cara y no la van a poder pagar, expresó.
En su criterio, lo que están viviendo más de 9 millones de hondureños es dramático y, es una situación que se tiene que enfrentar con alto sentido de solidaridad genuina, con un sentimiento profundo de compartir los honores y las esperanzas de un pueblo que quiere salir adelante.
Honduras, que ha venido sufriendo, por más de una década, una situación económica muy delicada y desesperanzadora, no se merece esto, apuntó.
Recordó que las acciones del gobierno son actos obligados, para eso asumieron las riendas del poder, y esos actos tienen que ser recibidos con enorme simpatía por todo el pueblo hondureño.