TEUPASENTI, EL PARAISO. Con el objetivo de concientizar a la población en general sobre la prevención de dengue para evitar la propagación del zancudo, la voluntaria japonesa, Mayuna Kajino, del Programa de Voluntarios Jóvenes (JOCV) de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), representantes del Centro Integral de Salud (CSI) de Teupasenti y con la colaboración de la Asociación de Doctores en Medicina de Asia (AMDA), realizaron la Feria de Salud en esta ciudad.
La Feria de la Salud fue inaugurada por el Viceministro de Proyectos e Inversiones de la Secretaría de Salud (SESAL), Nery Cerrato, la Directora del CIS de Teupasenti, Lurbin Rosany Ortíz, quienes dieron las palabras de apertura al evento de salud y cultural.
La voluntaria Kajino y la promotora de Salud, Auxiliadora Bermúdez, impartieron la charla sobre la enfermedad del dengue, en donde hicieron énfasis en las actividades de prevención que deben tomar en sus hogares y comunidades.
Además, le informaron a la población como identificar los síntomas que produce la enfermedad del dengue y cuáles son las medidas que deben tomar si se presentan estos síntomas: fiebre alta, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos y articulaciones y sarpullido puede ser dengue; por lo que, debe acudir al establecimiento de salud más cercano.
Posteriormente, se realizó un intercambio cultural entre habitantes de la comunidad de Teupasenti y la voluntaria de JICA a través de juegos y demostraciones.
La voluntaria japonesa también enseñó cómo utilizar los palillos “Ohashi”, mostró la caligrafía japonesa “El Shodo” en donde los hondureños observaron su nombre en letras japonesas. Así como, el “Origami” arte que consiste en el plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento para obtener figuras de forma variadas.
También, las hondureñas se vistieron con la vestimenta tradicional japonesa, observaron las danzas típicas de este país nipón y además degustaron del delicioso té verde.
JICA en consonancia con las prioridades del país, contribuye con el envío de voluntarios japoneses para que apoyen diferentes áreas en el interior del territorio nacional. Estos voluntarios durante su misión en el país, viven con la población local y se familiarizan con las diferentes culturas y costumbres hondureñas.
