El comunicador social, acérrimo denunciante de la corrupción en este pais centroamericano, estaba listo para entregarse, al contingente policial que lo aguardaba en las afueras de la Radio Globo, en donde emitia el programa vespertino Interpretando la Noticia.
Un nutrido contingente de la DPI jefeado por Rommel Martínez, llegó a las instalaciones de la emisora ubicada en el capitalino bulevar Morazán a fin de proceder a la orden, aunque la corte de apelaciones determinó semana anterior admitir el recurso de amparo a fin de analizar la orden emitida por el juzgado de ejecución en fecha reciente.
El funcionario insistió en que “debo cumplir con órdenes judiciales” y no quiso mostrar el documento que le fue girado para proceder con el arresto. “Será capturado cuando finalice el programa”, detalló Martínez.
Sin embargo, el comunicador reveló que la orden fue retirada del expediente judicial y reafirmó que “no soy delincuente; el corrupto más grande de la historia está gobernando este país”.
“Responsabilizo a Juan Orlando, a Ana García, Mauricio Oliva si me matan en la cárcel…nunca se dieron cuenta que hay mucha gente inconforme, de cómo se sacó dinero hacia fuera del país y eso a la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU.) no le gusta”.
Sin embargo, un enjambre de periodistas, defensores de derechos humanos y una gran cantidad de personas, lo rodearon para impedir su salida del medio de comunicación ubicado sobre el bulevar Morazán.
«No salga David, no salga, no salga» gritaban en la cabina radial, en donde se convirtió en rehen de sus simpatizantes.
