BETHPAGE, Nueva York, EE.UU. — Al describir la violencia perpetrada por los integrantes de la pandilla MS-13 con detalles espantosos y escalofriantes, el presidente Donald Trump prometió el miércoles detener la ayuda financiera estadounidense a los países de criminales que logran ingresar a Estados Unidos, que será un cambio “radical” de las prácticas actuales.
“Vamos a hacer algo donde cada vez que alguien venga de cierto país, vamos a deducir una gran cantidad del dinero que le damos en ayuda, si es que le damos algo de ayuda”, dijo Trump durante una mesa redonda sobre la MS-13 en Long Island, Nueva York, a la que asistieron funcionarios locales y federales.
Funcionarios de la Casa Blanca no respondieron de inmediato a preguntas sobre a qué países aludía el presidente o que tan avanzado estaba el plan.
Trump defendió su referencia a los pandilleros de la MS-13 como “animales”. Él y otras personas resaltaron una serie de decapitaciones, ataques con hacha, palizas y otros delitos espantosos que las autoridades del orden atribuyen al grupo.
“Los llamé animales el otro día y me reprocharon”, dijo el mandatario, en referencia a la crítica de los demócratas. Mencionó específicamente a la líder de la bancada minoritaria de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, a quien le atribuyó haber dicho que incluso los pandilleros son personas.
“Ellos no son personas”, dijo Trump. “Ellos son animales y tenemos que ser muy, muy duros”.
Pelosi había opinado de manera más amplia sobre la retórica y políticas de Trump dirigidas a inmigrantes, incluyendo cambios que el gobierno quiere hacer y que podrían hacer que más niños sean separados de sus padres al cruzar la frontera de manera ilegal.
Durante una mesa redonda parecida a la de la semana pasada en la Casa Blanca, Trump usó la palabra “animales” para describir a ciertas personas que ingresar al país ilegalmente en respuesta a un comentario sobre la MS-13. Trump dijo luego que seguirá usando el término para referirse a la pandilla.
Los comentarios de Trump, reportados por algunas organizaciones noticiosas sin contexto, desataron críticas furibundas que la Casa Blanca rápidamente aprovechó y usó para insinuar que los demócratas estaban defendiendo a integrantes de una pandilla conocida por su violencia brutal.
Fiscales federales creen que la MS-13 o Mara Salvatrucha tiene miles de afiliados en Estados Unidos, mayormente inmigrantes de Centroamérica. Una de sus zonas fuertes es Los Ángeles, donde surgió en la década de 1980 como una pandilla callejera, pero ha desatado el caos y la violencia en varias comunidades urbanas y suburbanas, entre ellas Long Island.