Ronny Jackson, del presidente Donald Trump para encabezar el Departamento de Asuntos de Veteranos, retiró su candidatura en medio de acusaciones crecientes de mala conducta profesional.
“Las acusaciones contra mí son completamente falsas”, dijo Jackson, el médico de la Casa Blanca, en una declaración desafiante. “Si tuvieran algún mérito, no habría sido seleccionado, promovido y confiado para servir en un papel tan importante y tan importante como médico a tres presidentes en los últimos 12 años”.
La nominación de Jackson se había puesto en peligro incluso antes de que los demócratas lanzaran el miércoles nuevas acusaciones de mala conducta, ya que además de beber en exceso, otorgar recetas en exceso sobre opioides y señalarlo por generar un ambiente de trabajo “tóxico”, en el Senado se le señaló por haber destrozado un vehículo del gobierno después de emborracharse en una fiesta de despedida del Servicio Secreto.
Dichos señalamiento, publicaron CNN y el Washington Post fueron contenidas en un documento de dos páginas descrito por el personal demócrata del Comité de Asuntos de Veteranos del Senado como un resumen de las entrevistas con 23 de los colegas actuales y anteriores de Jackson.
La situación planteó preguntas sobre los procesos en que la Casa Blanca investiga a quienes formarán parte del Gabinete, aunque el martes el presidente Donald Trump volvió a apoyar a su nominado, aunque dejó abierta la puerta a que él decidiera si enfrentaba o no el proceso.
“(Es) una de las mejores personas que he conocido”, expresó el mandatario y agregó que era “totalmente su decisión” si Jackson quería retirar su nombre.
Otro aspecto que preocupó sobre Jacksonfue su falta de experiencia administrativa.