Mucho se ha escrito y dicho sobre las propiedades de las vitaminas y de los minerales, la vitamina C es una de las vitaminas más importantes para nuestro organismo.
Además de los beneficios que por sí sola ejerce en nuestro organismo, la vitamina C también ayuda a que nuestro cuerpo absorba mejor otros nutrientes que necesitamos, como puede ser el hierro.
Esta se puede encontrar en casi todas las frutas y verduras, en mayor o menor cantidad.
Por ello siempre reconocemos el consejo de una dieta rica en frutas y verduras, pues es la mejor fuente de conseguir las cantidades que nuestro organismo necesita de esta vitamina.
La naranja y las mandarinas son las piezas de fruta que nos ofrecen mayor concentración de vitamina C.
Hace tiempo, se creía que la vitamina C se usaba para prevenir los resfriados y la gripe, pero estudios recientes, no han podido demostrar la eficacia de esta sobre ellos. Sin embargo, los mismos estudios han demostrado que la vitamina C se puede usar, y se usa, para prevenir muchas otras enfermedades.
Entre las enfermedades que la vitamina C previene o ayuda a tratar, según estudios hechos, son:
Tener una mejor absorción del hierro.
Tratamiento para las arrugas de la piel.
Reducción de probabilidades de tener cáncer de boca y otros tipos de cáncer.
Tratar la baja presión arterial.
Prevenir y mejorar los síntomas de las quemaduras del sol.
Prevenir el avance de la osteoartritis.
Tratamiento de las úlceras de estómago.
Prevención de la arterioesclerosis.
Reducir las posibilidades de tener pre-eclampsia en el embarazo.
Sanar heridas y formar tejido cicatricial.
Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes.