La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya puso fecha para volver a evaluar si la pandemia de Covid-19 dejó de ser una emergencia de salud pública internacional. Será el 27 de este mes, en Ginebra.
Ese día, el comité que asesora al director general de la OMS presentará sus argumentos técnicos a favor o no de declarar el final de la emergencia. La decisión se había postergado, a mediados de octubre pasado, para este año por la aparición de subvariantes de ómicron con una evolución que no se podía predecir en ese momento, un nivel de cobertura con la vacunación que se consideró insuficiente en grupos de riesgo y un debilitamiento generalizado en la vigilancia del virus SARS-CoV-2 en la población.
Ahora, una vez más, según detallaron funcionarios de la OMS, el Comité de Emergencia bajo el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) sobre la pandemia de Covid-19 analizará qué impacto sigue teniendo el virus en la población y los sistemas sanitarios.Ese cuerpo está integrado por 17 especialistas en distintas disciplinas y lo preside el francés Didier Houssin, profesor de cirugía y especialista en trasplantes de la Universidad de París-Descartes y asesor en seguridad sanitaria de la OMS.
Aniversario
El 30 de este mes se cumplen tres años desde que Houssin, sentado junto al director general de ese organismo de Naciones Unidas, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunciaron en conferencia de prensa que el brote en China de un nuevo coronavirus era una emergencia de salud pública de preocupación internacional (PHEIC, por su sigla en inglés). Al mes y medio, declararon la pandemia.
La semana pasada, en conferencia de prensa, el director de la OMS repasó la tendencia de la pandemia en el mundo con vistas a la próxima reunión. “No hay duda de que, globalmente, estamos en una situación significativamente mejor que hace un año”, comenzó, antes de pasar a los datos que relevan.
Desde febrero del año pasado, según dijo, el número de fallecidos por Covid-19 disminuyó casi un 90% para estancarse en entre 10.000 y 14.000 decesos semanales desde mediados de septiembre. “El mundo no puede aceptar esa cantidad de muertes cuando contamos con las herramientas para prevenirlas –sostuvo–. La semana pasada [por la primera de este año], se notificaron a la OMS casi 11.500 muertes: el 40% de América, el 30% de Europa y el 30% de la región del Pacífico occidental. Pero, seguramente, esa cifra es una subestimación, dada la subnotificación de muertes por Covid en China.”
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó la primera semana de este año una tendencia en la región al descenso en la detección de nuevos casos, excepto por la Argentina, Paraguay y Chile. Los decesos y las internaciones en terapia intensiva asociados con Covid-19 en los países de América del Sur no terminan de ceder en la misma proporción, con una suba estimada de fallecidos en el 14,9%.
Otro de los datos que tendrá en cuenta el comité asesor en su decisión serán los resultados de estudios de seguimiento de la protección inmunológica contra formas graves de la enfermedad, como ya habían anticipado sus integrantes en octubre pasado. Repasarán, a la vez, si los países avanzaron en estos tres meses en poner a punto sus sistemas y recursos para detectar cualquier cambio epidemiológico capaz de causar enfermedad grave e implementar medidas de salud pública y sociales para contrarrestarlo rápidamente, disponer de programas de vacunación efectivos, garantizar el acceso a los tratamientos necesarios y acordar un plan de preparación global para actuar ante una pandemia.
“El comité anticipa que un progreso significativo en la implementación de esas medidas generará un escenario compatible con la finalización de la PHEIC relacionada con la pandemia de Covid-19 en una próxima reunión y que la situación podría seguir considerándose pandémica aunque cese la PHEIC”, se informó.
El impacto
¿Qué implica entonces que caiga la declaración de emergencia sanitaria internacional? En la práctica, como en 2010 con la pandemia de gripe A, será esta vez una formalidad más que cambios que pueda percibir la población. Cesa la cooperación internacional en cuanto a la urgencia en la distribución de insumos esenciales y, también, de fondos especialmente destinados a reforzar la respuesta ante un evento que amenaza la salud pública más allá del país. Se ofrece asistencia técnica en la salida de la pandemia a través, por ejemplo, de refuerzo del sistema de vigilancia epidemiológica para la detección oportuna de un rebrote si fuera necesario, entre otras medidas.
Para la infectóloga Silvia González Ayala, estamos en un momento de incertidumbre con el rebrote en China, que podría crecer durante las celebraciones del Año Nuevo en ese país, como señalan los medios locales, la aparición de las subvariantes [de ómicron] Kraken [o XBB.1.5] y Orthrus [CH.1.1], que de Reino Unido avanzó a Europa continental. En este caso, según evaluó, sería igualmente contagiosa que Kraken, sin otras señales de alerta en estos casi tres meses de circulación.
Ante este escenario, González Ayala opinó sobre la próxima evaluación que hará la OMS que no debería sostenerse la emergencia internacional a tres años de su declaración. “La situación esta bajo control con la vacunación; sabemos que las vacunas disponibles para Covid-19 van por detrás [de la adaptación del SARS-CoV-2] porque se trabaja en su desarrollo con la espiga, que es lo que más cambia del virus. Habría que trabajar con otros antígenos virales más estables –analizó–. Por lo tanto, en la situación actual, se debería dar por finalizada la pandemia.”
Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, señaló que son altas las probabilidades de que la OMS defina en estos días el final de la emergencia internacional.
“El fin de la pandemia está –sostuvo–. En el mundo, el motivo de la indecisión es un problema comunicacional: que con las nuevas variantes que puedan aparecer, se genere una nueva ola pandémica de gravedad. Esto, hasta ahora, no está sucediendo, aun con las nuevas subvariantes. Está pasando en algunos lugares, como en China, por una política de Covid cero y [el uso de] vacunas de baja efectividad.”
A título personal, como aclaró, insistió en que “ya está” el final de la pandemia de Covid-19. “Es una enfermedad endémica y, ahora, las políticas deben ser comunicacionales y activas de acompañamiento de las personas con riesgo: pacientes con cáncer, inmunocomprometidos, con enfermedades crónicas pulmonares, cardíacas, entre otras –dijo–. Las estrategias para que las personas no tengan una complicación deben estar en los servicios de atención de las especialidades a partir de políticas públicas, contar con tecnología de la información y comunicación aplicadas al registro médico de vacunación o el seguimiento de pacientes con factores de riesgo para acompañarlos y, si tienen Covid, testearlos, además de tener disponibles antivirales para tratarlos de forma ambulatoria y rápidamente para prevenir que se compliquen.”
