TEGUCIGALPA, HONDURAS. Es la epidemióloga, Roxana Araujo, considera imposible determinar cuándo llegará el país al pico de la curva epidemiológica debido a las pocas pruebas que se realizan en tiempo real.
Desde inicios de la pandemia, el Laboratorio Nacional de Virología ha procesado un número mínimo de muestras para detectar el COVID-19. Razón por la cual, los hondureños no saben una cifra exacta de casos positivos del mortal virus.
Asimismo, la epidemióloga afirmó que el único departamento que se mantiene constantemente actualizado en la confirmación de casos es Cortés. Por lo que, el resto de muestras que vienen a la capital tienen que esperar a que les llegue su turno.
Es decir que, el retraso puede ser desde un día hasta -inclusive- tres semanas.
Pero, ¿a qué se debe esta demora?
Roxana explicó que, actualmente, tres equipos que sirven para procesar las pruebas están en mal estado; mismas que no se pueden enviar a reparación porque aún cuentan con garantías. Entonces, no queda más que esperar para que la fábrica proveedora solucione.
En consecuencia, se están dejando de analizar aproximadamente 300 pruebas al día. Lo que hace imposible determinar la cantidad de casos positivos de COVID-19.
Sin embargo, se atrevió a calcular que de mil muestras procesadas, 500 daban resultado positivo. «Vamos a estar con un porcentaje entre el 40 y 60 por ciento, con una media de 50 % de positividad».
Además, en relación con las 250 mil pruebas PCR compradas por Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) y -que terminaron dañadas por no cumplir con su cadena de enfriamiento- dijo que con ello se dejó de captar a una gran parte de la población.
