Lamentamos que esta semana otro grupo de hondureños decidió salir de su país bajo la falsa expectativa de llegar a los Estados Unidos y permanecer allí ilegalmente.
Hemos fortalecido nuestra frontera para que migrantes ilegales no la puedan cruzar y aplicaremos estrictamente nuestras leyes migratorias. Los que intenten ingresar a los Estados Unidos de forma ilegal serán detenidos y deportados.
Decenas de miles de hondureños que emprendieron este peligroso viaje en el pasado ya han sido deportados y ahora están de regreso en Honduras.
Al gobierno de Estados Unidos le preocupa la seguridad de los migrantes, en especial la de las mujeres, adolescentes y niños vulnerables que tanto sufren en la ardua y peligrosa travesía.
Por eso, Estados Unidos ha suscrito acuerdos con nuestros compañeros centroamericanos en una estrategia regional, tanto para evitar la migración ilegal y para ofrecer protección a las personas, incluyendo niños que requieran asistencia.
La decisión de viajar ilegalmente hacia el norte trae consigo duras consecuencias. No invierta su tiempo y dinero en un riesgoso viaje destinado al fracaso.