Luego de amenazar a México con aranceles si no tomaba mediadas contra la inmigración ilegal ahora el presidente Donald Trump sigue su campaña de acoso contra los países del Triángulo del Norte.
El Gobierno informó este lunes que no ofrecerá “fondos nuevos” hasta comprobar que las autoridades de Guatemala, Honduras y El Salvador toman “medidas concretas” para reducir la inmigración ilegal, aunque continuará la asistencia para el Triángulo Norte en determinados programas.
“Continuarán los programas previstos dentro de las prioridades del Departamento de Seguridad Nacional y Justicia para ayudar a estos países a tomar acciones para proteger la frontera de EEUU y frenar el crimen organizado transnacional”, indicó Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado en rueda de prensa.
Ortagus precisó, no obstante, que no se ofrecerán “nuevos fondos hasta que haya satisfacción con las medidas concretas de estos países para reducir el número de inmigrantes ilegales que se dirigen a la frontera de EEUU”.
“Esto concuerda con la dirección del presidente y con el reconocimiento de que es crítico que haya suficiente voluntad política en estos países para encarar el problema en su origen”, agregó.
En mayo, el fiscal general, William Barr, reafirmó en un encuentro con el entonces presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, la continuidad de los fondos que su país entrega para los planes de seguridad en Centroamérica.
Como parte de la exigencia de combate del flujo migratorio, las autoridades estadounidenses y mexicanas alcanzaron recientemente un acuerdo que obliga a México a incrementar la presencia policial en su frontera con Guatemala.
El anuncio de este lunes del Departamento de Estado se produce después de que en marzo el presidente, Donald Trump, adelantase su intención de reducir la ayuda a estos países ante la, a su juicio, inacción de las autoridades centroamericanas para poner freno al flujo migratorio hacia la frontera de EEUU.
La decisión recibió duras críticas de legisladores demócratas del Congreso, que durante años han defendido la necesidad de destinar ayuda a esos países centroamericanos para atajar la violencia y falta de oportunidades que ha provocado una creciente migración.
De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Estado, el Gobierno aprobó en 2018 unos 120 millones de dólares para Guatemala, 80 millones para Honduras y 58 millones para El Salvador.
Mientras tanto, en 2017, se destinaron 140 millones a Guatemala, 95 millones a Honduras y 73 millones a El Salvador.