Destacan medios norteamericanos desde este jueves la discusion a gritos entre dos colaboradores del presidente Donald Trump.
El jefe de Gabinete, John Kelly, y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, se enzarzaron este jueves en una pelea a gritos e insultos en la Casa Blanca a cuenta de la cifra récord de llegada de familias a la frontera, una crisis que la caravana de inmigrantes centroamericanos que se dirige al país ha exacerbado.
La pelea, reportada por la cadena CNN y la agencia de noticias Bloomberg, no ha sido desmentida por la Casa Blanca: “Aunque somos apasionados a la hora de resolver el problema de la inmigración ilegal, no nos enfadamos los unos con los otros”, ha dicho su portavoz, Sarah Sanders.
“Sin embargo, sí estamos furiosos con la incapacidad de los congresistas demócratas para ayudarnos a hacer frente a este crisis creciente”, ha añadido, insistiendo, como hace el presidente, Donald Trump, en que las leyes migratorias son “las peores del mundo”.
El Partido Republicano tiene mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado; varios intentos de reformar las leyes migratorias han fracasado en los dos últimos años por falta de apoyo entre los republicanos.
Según la cadena CNN, Kelly y Bolton mantuvieron una acalorada discusión que ilustra sus diferencias políticas. Trump se puso del lado de su asesor de Seguridad Nacional, que exigía medidas más duras contra los inmigrantes y criticaba a la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen. Preguntado luego al respecto, Trump negó estar al tanto de la discusión.
La agencia de noticias Bloomberg asegura por su parte que varios asesores de la Casa Blanca se preguntan ahora si alguno de los implicados en la discusión podrían dimitir en las próximas horas.
Reportes periodísticos indicaron en el pasado que Nielsen estuvo a punto de renunciar tras recibir críticas similares, muy encendidas y en este caso directamente del presidente; en cuanto a Kelly, otras informaciones indican que su relación con el presidente está magullada, aunque él lo ha negado.