De ultima hora trasciende en el mundo esta aseveracion.
América Latina sigue como el continente más golpeado por la pandemia de coronavirus. En Europa, tras una primera ola devastadora, comienzan a registrarse rebrotes. En África el virus avanza y al mismo tiempo en todo el mundo grupos de investigadores estudian vacunas para frenar los contagios. En medio de este escenario, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostraron poco optimistas.
«No hay solución y quizás nunca la haya», declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa en línea. «Todos esperamos tener un número de vacunas eficaces que puedan evitar que la gente se contagie», agregó pero aseveró que entretanto frenar los brotes depende del respeto de las medidas de salud pública.
Por otra parte, el director general de la agencia de Naciones Unidas anunció que la misión en China concluyó el trabajo preparatorio para su investigación sobre el origen de la pandemia. «El equipo que viajó a China terminó su misión consistente en sentar las bases de los esfuerzos conjuntos para identificar los orígenes del virus», declaró y explicó que los «estudios comenzarán en Wuhan para identificar la fuente potencial de infección de los primeros casos».
Así, con esta frase dura, Ghebreyesus se alineó a sus dichos de hace unos días, cuando advirtió que los efectos del coronavirus «se harán sentir en las próximas décadas». En medio de las críticas a la organización por su gestión de la pandemia, por las idas y vueltas decretadas a lo largo de estos meses y las controversias generadas debido a la falta de información certera sobre el brote, afirmó: «Esta pandemia es una crisis sanitaria que solo se vive una vez por siglo y sus efectos se harán sentir durante décadas».
De hecho, una de las culpas que se le atribuye a la OMS es el haber tardado en decretar el estado de urgencia, luego de que el coronavirus fuera señalado por primera vez en China. Tras ello Estados Unidos, que la acusó de ser una «marioneta» manipulada por China y de haber sido «comprada» por ese país, inició en julio su retirada de la institución.
La OMS también fue criticada por recomendaciones consideradas tardías o contradictorias, especialmente sobre el uso de tapabocas o las formas de transmisión del virus.
«Muchas preguntas científicas se han resuelto; pero aún quedan otras por responder», dijo la semana pasada el alto funcionario. «Muchos países que creían haber superado lo peor están enfrentando rebrotes. Algunos que fueron menos afectados en las primeras semanas registran aumentos de casos y muertes. Y algunos que tuvieron fuertes brotes han logrado controlarlos. Mientras el desarrollo de la vacuna avanza en tiempo récord, debemos aprender a vivir con este virus y luchar con las armas de las que disponemos», afirmó.