Luego que la Organización de Estados Americanos (OEA) informara que está dispuesta a trabajar en el futuro con las autoridades electas de Honduras, en sus tres niveles, ejecutivo, legislativo y municipal, el analista político, Raúl Pineda Alvarado, apuntó que lo que está evidenciando este organismo continental es que se está desmarcando de un problema que, en alguna medida, el mismo detonó.
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Mediante el informe final, basado en los elementos de la Misión de Observación Electoral, la OEA concluyó en diciembre pasado que los resultados del Tribunal Supremo Electoral, eran poco transparentes y con poca certeza que le permitieran determinar un ganador o perdedor de los comicios, por lo que el secretario general, Luis Almagro, propuso la repetición de las elecciones.
Añadió que la postura de la OEA es la aceptación de una realidad que surge del reconocimiento que hace el gobierno de los Estados Unidos sobre los resultados del TSE que declararon como ganador de los comicios al presidente, Juan Hernández.
“La OEA es una caja de resonancia de lo que marca la política exterior norteamericana. Cuando el gobierno de los Estados Unidos reconoce el gobierno del presidente Hernández, a la OEA no le queda más que sintonizarse en esa línea política”, prosiguió Pineda Alvarado.
Ahondó que hasta el momento el gobierno de Hernández no se está cayendo y continuará su presencia y sus trabajos en Honduras como parte del sistema interamericano.
Para el analista la nueva postura de la OEA es una derrota moral y política para Luis Almagro y establece que el organismo no es más que “un apéndice secundario o mera formalidad de la política de los Estados Unidos”.
Agregó que en este momento el gobierno estadounidense apoya a Hernández, pero advirtió que eso pudiera cambiar dentro de seis meses.
Finalmente manifestó que la OEA únicamente sigue la línea política de la nación del norte y se rebela como un organismo que tiene muy poca credibilidad frente a la comunidad internacional, por lo que la problemática actual de Honduras, se resolverá únicamente entre los hondureños.
Apuntó que actualmente quien maneja la agenda nacional es la oposición política y que, a medida que persista en la protesta, se hará visible.
“En la mediad que la oposición tenga capacidad de sostenibilidad en la protesta, en esa misma medida, sectores exógenos, llámense Fuerzas Armadas, llámese embajada Americana, tendrán que reaccionar y procurar lo que pudiera ser un arreglo para el país, que es una negociación política”, finalizó.