Edmundo Orellana
Catedrático universitario
El Presidente y sus seguidores están exultantes. Tienen razón. Lograron aprobar las reformas al Código Penal, demostraron que tienen mayoría en el Congreso Nacional.
La campaña desplegada no escatimó recurso alguno. El gobierno apeló a lo de siempre, a acusar de cómplices de los terroristas, a los que no están de acuerdo, aprovechó las recientes masacres y asesinatos para estimular el miedo entre la población, insistiendo en que si no se aprobaban las reformas, el país sería controlado por el crimen organizado.