LA TRIBUNA publicó en exclusiva un informe de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) la situación que prevalece en los colegios, donde las pandillas, el narcomenudeo y la extorsión tienen cautivos a los estudiantes, muchos de ellos obligados a delinquir por los líderes de los grupos criminales y otros terminan simpatizando y militando en esos grupos.
La viceministra de Educación, Elia del Cid, ratificó que efectivamente la situación se presenta en 40 colegios a nivel nacional, aunque Dipol maneja que son 50 las instituciones “calientes” en poder de pandilleros y muchachos que ya delinquen aunque sean menores de edad.
Del Cid confirmó que la mayoría de estos colegios están situados en San Pedro Sula y Tegucigalpa, donde hay mayores índices de violencia y que estos lugares están siendo resguardados por efectivos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), ya que aquí hay mayores probabilidades de que los jóvenes sean “reclutados” por líderes de las pandillas para posteriormente cometer actos ilícitos, por estos grupos criminales.
Las autoridades de Educación dicen que se va a dar seguridad a todos los colegios, pero no todos los institutos cuentan con el resguardo militar, LA TRIBUNA hizo un recorrido por diferentes lugares y el Instituto Jesús Aguilar Paz, que cuenta con una población bastante grande de estudiantes solo hay un militar en el portón.
El Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae) no hay seguridad militar, tanto maestros, como alumnos exigen la seguridad prometida, por parte de las autoridades correspondientes. Ya que en el centro han ocurrido hechos muy lamentables, como el incidente de una estudiante la semana pasada.
La adolescente fue apuñalada por una desconocida que ingresó portando el uniforme, el hecho ocurrió mientras se impartían clases, la víctima fue herida en un brazo de manera leve, la victimaria ni fue identificada ni capturada.
Hay más de 40 colegios donde la inseguridad está a la orden del día.
Uno de los institutos que más ha sido golpeado por la ola delincuencial, el emblemático Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC), ubicado en Comayagüela sí cuenta con el resguardo de cuatro elementos militares, que inician su trabajo a las 5:00 am hasta las 6:00 pm, en la parte externa de la institución.
Según su director Alejandro Macarty dentro del centro educativo no hay amenazas para nadie, ni maestros ni alumnos y que “los hechos ocurridos últimamente no tienen nada que ver con el instituto, estos dos últimos jóvenes que han perdido la vida ya no eran estudiantes”.
Los alumnos antes de ingresar a las instalaciones educativas se someten a una revisión por parte de los consejeros y guardias de seguridad privada, tanto mujeres como varones deben mostrar lo que contienen sus mochilas, su carnet de estudiantes y portar de manera correcta su uniforme.
Ahora las revisiones son más minuciosas, en las dos jornadas de clases, si ahí se detecta algo indebido en los estudiantes se reporta de manera rápida a las autoridades correspondientes. Macarty asegura que “no existen grupos de jóvenes organizados en lo interno de la comunidad estudiantil, no hay delincuentes ni pandilleros; todo lo que se ha dicho respecto a esto es falso”.
Los alumnos, por su parte no manifiestan tener temor al estar al interior de la institución ya que la seguridad del colegio es eficiente, pero que al salir su seguridad es responsabilidad del Gobierno quien debe velar por el bienestar de la ciudadanía.
Los jóvenes lamentan los hechos ocurridos, pero piden que esta seguridad sea de manera permanente no solo por la situación que se está desarrollando a causa de los asesinatos de dos alumnos y una exalumna encontrada en el cementerio clandestino en la aldea el Lolo de Comayagüela.
Tomado de La Tribuna